La vida es un sueño, como dice la canción. Pero puedes despertar dentro del sueño y empezar a soñar con valentía, incluso puedes transformar tu experiencia de la realidad.
Imagina que tu vida es un sólido cordón de luz que se extiende hacia atrás en el pasado durante muchas vidas. En el ahora, hoy, esta cuerda se separa en innumerables hilos con los que tejes el futuro. Cada hilo representa un futuro posible, uno de tus muchos destinos. Algunos de estos futuros son más probables que otros. Un hilo te lleva a despertarte y descubrir que te ha tocado la lotería, pero eso no es muy probable. Sigue otro hilo y verás que te lleva a morir joven por enfermedades del corazón. Ese es un futuro más probable para usted si esta enfermedad le viene de familia.
Los hilos en los que tienes mayor libertad son tu destino. Los hilos en los que tu salud o tu vida amorosa han sido seleccionados para ti por tu genética o tu educación son lo que llamamos destino.
Visualiza una curva en forma de campana que muestre las probabilidades de que una persona se convierta en un atleta de alto rendimiento. El 70% de la población resultará ser deportista mediocre, el 10% muy mediocre y el 20% excepcional. Lo más probable es que usted y yo caigamos en la parte gorda de la curva: somos deportistas de rendimiento medio. Si queremos mejorar, debemos practicar con diligencia y rediseñar nuestro estilo de vida para poder convertirnos en atletas excepcionales.
Ahora imagine que esta curva muestra el riesgo de padecer la enfermedad de Parkinson. El 70% de la población tiene un riesgo medio de desarrollar esta enfermedad. Si queremos reducir el riesgo de padecer Parkinson, tenemos que diseñar nuestra dieta y nuestro estilo de vida en función de la salud. Lo bueno es que puedes cambiar tu destino eligiendo un estilo de vida y una dieta distintos a los que habrías elegido si te hubieras resignado a lo que consideras «el destino».
Cuando sueñas con tu mundo te sales de la parte gorda de la curva de campana. Ninguno de nosotros quiere convertirse en una estadística. Queremos ser excepcionales, llevar una vida extraordinaria. Y queremos envejecer bien y morir sanos. Eso requiere que tomemos la decisión consciente de vivir de forma diferente y mejorar nuestras posibilidades. Para vivir una vida excepcional, debes transformar los sueños que te mantienen atrapado en la mediocridad, en el centro de la curva de campana, repitiendo las pesadillas de tu historia familiar.
Los Laika hablan de un libro de plata con el que todos nacemos, que viene escrito con la desafiante historia de nuestra vida. En este libro nuestro destino está echado y el argumento es poco original. Pero también hay un libro de oro lleno de páginas en blanco. Cuando coges la pluma y empiezas a escribir en el libro de oro, empiezas a soñar un destino original que nunca te permitió tu derecho de nacimiento.
La forma más poderosa de empezar a escribir el libro de oro de tu vida es practicar el
regalo
. Pregúntate a ti mismo: ¿Cómo puedo dar? ¿Cómo puedo aportar belleza y sanación a los demás? ¿Cómo puedo practicar el servicio a todos los seres? Evitas la vida en la que consigues jubilarte pronto o ganar más dinero o tener la casa más grande, porque esa vida es un callejón sin salida.
Puede que este sueño no sea el más fácil de manifestar. Por el contrario, estos sueños suelen estar llenos de pruebas. Si eliges el sueño que lleva a la cima de la montaña sagrada, tendrás que vadear ríos embravecidos, perderte en el bosque y caminar al borde de un precipicio. Si eliges el sueño que te lleva al prado donde pastan las vacas, mirarás la montaña lejana con nostalgia, sintiendo la llamada a ponerte a prueba, pero demasiado ocupado rascándote el estiércol de las botas para avanzar hacia tu vocación.
Los griegos creían que tres Parcas dictaban tu destino el día de tu nacimiento. Clotho hiló el hilo de tu destino, mientras que su hermana Lachesis te lo entregó, y la tercera hermana, Atropos, cortó el hilo con sus tijeras. La longitud de tu hilo determinaba la longitud de tu vida. Las Parcas eran deidades y no había forma de cambiar tu suerte: Sólo podías crecer para aceptar tu suerte en la vida y llevar tu carga con tanta gracia como pudieras reunir.
El chamán cree que cuando te conviertes en el autor del libro de oro, dejas de ser un personaje del sueño, en deuda con un guión que tú no has escrito. Tú eres el maestro hilandero de tu destino. Puedes cambiar cualquier cosa, siempre que lo hagas desde
el nivel superior
en el que lo observas.
