El chamán aprende a ayudar a un ser querido en el mayor de los viajes, el viaje más allá de la muerte. Y del mismo modo que hay comadronas y médicos para recibirnos cuando nacemos, hay comadronas espirituales, familiares y luminosas que nos ayudan a volver al mundo del Espíritu. Nos dicen que nacer es mucho más difícil que morir. Y cuando ayudamos a un ser querido a cruzar al mundo invisible, recibimos grandes dones a cambio; porque durante ese breve instante en el que se abre la puerta entre los mundos, fluye mucha belleza y gracia hacia nuestro mundo de materia y forma.
Richard es un quiropráctico cuya llamada a adentrarse en el camino de un chamán le llegó a través de sueños arquetípicos. No tenía ni idea de que el viaje le llevaría al valle de la muerte. Sostenido por el amor e inspirado por visiones, experimentó una gran iniciación; pero tendría que pagar un precio.
Cuando Richard vino a verme, soñaba con ir a cada una de las cuatro direcciones y capturar cada arquetipo, excepto el colibrí, que se le escapaba. Le dije que no se captura a Colibrí. Ella espera hasta que tu alma florece y te conviertes en una persona interesante, una persona de poder, por así decirlo, y entonces se siente atraída por tu néctar, igual que en la naturaleza. Es tu «miel» la que atrae a Colibrí. Le repugna la basura habitual de la vida ordinaria. Sabía que este arquetipo tenía algo que dar a Richard, pero a cambio se le pediría algo.
En aquel momento, ninguno de los dos sabíamos la pena que estaba a punto de entrar en la vida de Richard. El colibrí es el símbolo del viaje, ya que extrae el néctar de cientos de flores antes de emprender el vuelo y recorrer muchos kilómetros sobre el océano. Nunca se pregunta si llegará a su lejano destino, porque el viaje en sí es el propósito.
Richard y su compañera de diecisiete años estaban a punto de embarcarse en el viaje de su vida al reino de la muerte. El viaje fue largo y, tras varios meses en casa, Loren ingresó en un centro de cuidados paliativos. Richard realizó iluminaciones a Loren para ayudarle a soltar, limpiando sus chakras para dejarle el camino lo más despejado posible, preparándole energéticamente para el viaje de la muerte y dándole permiso para morir. Unos meses más tarde, Richard empezó a ver seres luminosos que rodeaban a Loren, y supo que se acercaba el final. Un día, uno de estos seres le dijo a Richard que le diera a Loren tres rosas blancas: Pureza, Divinidad y Nacimiento.
De camino al hospicio, Loren se le apareció a Richard como un sol de oro perfecto, un orbe resplandeciente y luminoso, y se marchó con tres palabras: «Es tan sencillo». Loren dejó esta tierra libre, trascendente. La siguiente vez que Loren apareció se despojó de todo lo de esta tierra, apareciendo sólo como verdad radiante. Richard se preguntó si él también sería capaz de convertirse simplemente en «verdad radiante». Una complicación era que Ricardo había abusado de su poder en una vida anterior.
¿Quiere saber más sobre la historia de Richard y todo el trabajo que hicimos juntos? Más información sobre su historia en «El libro del chamán sobre la vida y la muerte:Herramientas para sanar Cuerpo, Mente y Espíritu«.
