La asociación de la Tierra y el Cielo, los chakras quinto y sexto

El QUINTO CHAKRA, situado en el hueco de la garganta, es el último de los Chakras de la Tierra. Su nombre en sánscrito es Vishuddha, que significa «pureza». El más antiguo de todos los textos yóguicos, inscrito hace mil quinientos años por Patanjali, habla de los siddhis, o poderes mágicos, de que dispone quien ha despertado este centro luminoso: la capacidad de bilocarse, hacerse invisible, mirar al pasado y discernir los designios del destino.

Sus propiedades son:

Elemento Luz
Color: Azul
Aspectos corporales: Garganta, boca, cuello, esófago
Instinto: expresión psíquica
Aspectos psicológicos: Manifestación de sueños, creatividad, comunicación, fe
Glándulas: Tiroides, paratiroides
Semillas: Poder personal, fe, voluntad
Expresión negativa: Traición, adicciones, psicosis, trastornos del sueño, mentiras, miedo a hablar, chismes, toxicidad.

El quinto chakra da voz a los sentimientos del corazón. Habla de nuestro amor, bondad y perdón. En este centro, los cuatro elementos -tierra, agua, fuego y aire- de los chakras inferiores se combinan en energía pura, que proporciona la matriz o el armazón de nuestros sueños, como el panal que da forma a la colmena de una abeja. El chakra de la garganta despliega esta matriz en torno a la cual creamos nuestro mundo.

El quinto chakra nos permite mirar hacia dentro, tomar conciencia de nuestros procesos internos. En este centro de energía, la verdadera introspección se hace posible, ya que la plenitud de nuestro mundo interior se pone a nuestra disposición por primera vez. Desarrollamos un vocabulario para nuestra vida emocional, psicológica y espiritual. Este vocabulario espiritual crecerá en amplitud y alcance en nuestro sexto chakra, junto con la capacidad de buscar recursos internos cada vez que sintamos que necesitamos cambiar el mundo exterior.

Una expresión negativa de este chakra es la intoxicación con nuestro propio conocimiento. En este estado, las personas no escuchan a los demás en una conversación; tener razón es más importante que comprender. El peligro del quinto chakra es su tendencia a convertir la visión espiritual en dogma. Esta patología del quinto chakra ha afectado a naciones e iglesias, como demuestran la Inquisición y la intolerancia religiosa en el mundo actual.

Cronológicamente, el quinto chakra corresponde a las edades comprendidas entre los veintiocho y los treinta y cinco años, cuando empezamos a dejar nuestra huella en el mundo. Cuando el quinto chakra está despejado, empezamos a lograr reconocimiento en nuestros campos de actividad y adquirimos maestría en la profesión elegida. Nuestra experiencia y nuestros conocimientos definen nuestro estatus en el mundo. El quinto chakra nos da la capacidad de imaginar futuros posibles y de actuar según nuestra visión. Imaginamos en quién podemos convertirnos y sentimos la libertad de las posibilidades infinitas.

El chakra de la garganta influye en la glándula tiroides, reguladora de la temperatura corporal. Al regular el ritmo del metabolismo -el ritmo al que se quema el combustible en el organismo-, afecta al peso corporal y a la reposición de vitaminas. El quinto chakra es nuestro centro psíquico, responsable de la clarividencia, la clariaudiencia, la clarisensencia y la capacidad de comunicarse sin palabras.

En el quinto chakra empezamos a desarrollar una perspectiva global. Ya no nos fijamos sólo en nuestro grupo, tribu o cultura. Empezamos a identificarnos con todas las personas, independientemente de su raza o lugar de nacimiento. En el
primer chakra
derivamos nuestra identidad de nuestras madres; en el
segundo
proviene de nuestras familias; en el
tercer chakra
nos rebelamos contra nuestros padres y nos identificamos con nuestro grupo de iguales; en el cuarto nos identificamos con nuestra nación o cultura. En el quinto chakra nos convertimos en ciudadanos planetarios.

Un quinto chakra disfuncional puede dar lugar a experiencias psíquicas no deseadas, especialmente problemáticas para las personas con trastorno límite de la personalidad, que son fácilmente susceptibles a la psicosis y la neurosis. Los trastornos del sueño son frecuentes cuando este chakra está desequilibrado.

Para una persona normal, el quinto chakra sirve de chimenea para descargar las energías volátiles quemadas por los chakras inferiores. Una forma sencilla de limpiar este chakra es darle tres golpecitos con la punta de los dedos. Hago esto varias veces durante el día, especialmente después de haber trabajado con un cliente muy «tóxico».

El SEXTO CHAKRA, junto con los chakras séptimo, octavo y noveno, se conocen como Chakras del Cielo. Se apoyan en los Chakras de la Tierra, igual que las ramas de un árbol se apoyan en su tronco y sus raíces. A través de los Chakras del Cielo exploramos dominios cada vez más sutiles y nos adentramos en territorios menos familiares.

El sexto chakra, o tercer ojo, está situado en el centro de la frente. En las tradiciones hindúes, se cree que es el tercer ojo de Shiva, que otorga el conocimiento de la verdad perfecta y la no dualidad. El nombre de este centro en sánscrito es Ajna, o «poder ilimitado».

Las propiedades del sexto chakra son:

Elemento: Luz pura
Color: Índigo
Aspectos corporales: Cerebro, ojos, sistema nervioso
Instinto: Verdad
Aspectos psicológicos: Razón y lógica, inteligencia, empatía, depresión, trastornos relacionados con el estrés, negación.
Glándula: Pituitaria
Semilla: Iluminación, autorrealización
Expresión negativa: Delirio, neurosis, inadecuación, convulsiones

Una persona con un sexto chakra despierto se da cuenta de que el auténtico yo debe desprenderse de su identificación exclusiva con las experiencias corporales o mentales. Trascendemos el cuerpo y la mente, pero acogemos a ambos en el campo de nuestra conciencia. Cuando empezamos a observar la mente, podemos entrar en estados transpersonales. Seguimos la mente con curiosidad, pero sin dejarnos absorber por ella. La duda desaparece cuando vamos más allá de la mente, y el deseo y el anhelo dejan de ser fuerzas motrices.

Cronológicamente, el sexto chakra corresponde a las edades comprendidas entre los treinta y cinco y los cuarenta y dos años. Es una época de transición en la que nuestro espíritu emerge y empieza a tomar las riendas de nuestra vida. En lugar de creer en nuestra propia voluntad y poder, acudimos cada vez más al Espíritu en busca de guía.

A través del sexto chakra, entramos en los reinos del conocimiento que se puede experimentar pero no contar. No es que estos reinos queden fuera del dominio de las palabras, sino que la experiencia es todo lo que hay. Los chamanes dicen que se trata de un reino que no se encuentra mediante la búsqueda, sin embargo, sólo aquellos que buscan pueden encontrarlo.

Cuando el sexto chakra funciona mal, el individuo confunde información con conocimiento. Cree haber alcanzado grandes verdades espirituales cuando todo lo que tiene es una colección de hechos. El materialismo espiritual es una disfunción endémica del chakra del tercer ojo. Estas personas suelen ejercer un gran poder e influencia en el mundo sin asumir la responsabilidad de su administración. En nuestro mundo mediático, con su culto a la celebridad, las energías del sexto chakra pueden distorsionarse y desembocar en la arrogancia espiritual y el engrandecimiento personal.

Un tercer ojo despierto permite al chamán saber quién es. Le permite conocer el pasado y el futuro y vislumbrar destinos alternativos. Algunas leyendas cuentan que quienes despiertan este chakra pueden incluso alcanzar la inmortalidad física. Ya no envejecen ni sucumben a las enfermedades, sino que son capaces de mantener su juventud, vitalidad y fuerza. Todos los deseos de una persona con un tercer ojo despierto se hacen realidad, y si varios sanadores tienen la misma visión, se hace realidad para el planeta. Las religiones nativas practican esta tradición desde hace mucho tiempo. Los ancianos de los Hopi y un consejo similar de curanderos y curanderas Inka se sientan a meditar imaginando el tipo de mundo que quieren que hereden sus bisnietos.

¿Cómo puedes descubrir la verdadera voz espiritual de tu quinto chakra y «ver» lo divino en los demás con tu sexto ojo?