Chamanismo y emociones

Los chamanes entienden que hay siete grandes iniciaciones por las que debe pasar todo ser humano. Son las iniciaciones del nacimiento, la virilidad o la feminidad, el primer amor, el matrimonio (y a veces el divorcio), la paternidad, la madurez y la muerte. Es posible que no pase por todos estos pasajes en un sentido biológico o en el momento habitual de la vida. Por ejemplo, algunas personas nunca se casan ni tienen hijos. Sin embargo, cada uno de nosotros, independientemente de su sexo o cultura, debe pasar por ellas míticamente al menos una vez.

Si no tienes ningún hijo o hija, puede que escribas un libro o produzcas algún otro proyecto creativo que será tu «bebé», al que deberás aprender a criar. Volverás a «nacer» cuando empieces una nueva vida en otra ciudad o cambies de profesión, y partes de ti «morirán» metafóricamente con las pérdidas y los cambios que trae consigo la vida. Las iniciaciones son inevitables. Si te resistes a la iniciación, el universo conspirará para ponerte cara a cara con el final de una etapa de tu vida de alguna otra manera.

Cada iniciación te ofrece la oportunidad de iluminarte, de despertar tu naturaleza divina, de identificarte con el reino de los creadores, de experimentar la gracia y de liberarte del reino de la escasez y de la existencia brutal y depredadora que soporta la mayor parte de la humanidad. Si te pierdes una de tus iniciaciones, tu salud y tu bienestar emocional se verán comprometidos. Por ejemplo, si no se completa la iniciación al matrimonio, es posible que no se logre una verdadera intimidad con la pareja una vez pasado el romanticismo. Si te pierdes tu iniciación a la virilidad, puedes convertirte en un puer aeternus, un niño eterno, coleccionando «juguetes» toda la vida.

La psicología nos dice que para arreglar estas situaciones, debemos entender qué traumas sufrimos de niños, o cómo nuestros padres disfuncionales nos enseñaron comportamientos poco saludables. Pero diseccionar el pasado es una trampa. El chamán sabe que centrarnos en nuestras heridas no hará sino reforzarlas, ya que empezamos a creer que las dramáticas historias personales -trágicas o heroicas- que nos contamos sobre nuestro pasado son lo que somos hoy.

Sólo podrás sanar plenamente cuando completes con éxito las iniciaciones que te presenta la vida. La iniciación nos ofrece la oportunidad de sanar nuestras emociones. Todo el drama y el sufrimiento de nuestras vidas lo provocan nuestras emociones no sanadas, que dan lugar a nuestras creencias sobre cómo funciona el mundo. El chamán comprende que, sean cuales sean tus creencias sobre la naturaleza de la realidad, el universo te dará la razón. Si te adentras en el bosque para dar un paseo nocturno con una sensación de inquietud, oirás el ominoso chasquido de las ramas cerca de ti. Si crees que todas las relaciones que entablas acabarán en desastre, probablemente así sea. Si estás convencido de que nunca tendrás éxito en el trabajo, no lo tendrás. Por el contrario, las creencias positivas te ayudan a ver el vaso siempre medio lleno. Si crees que mereces ser feliz, la felicidad te encontrará incluso en circunstancias difíciles. Si crees que el bosque es seguro y hermoso, lo será.

¿Tienes el valor de sanar tus emociones a través de la iniciación?