-Cómo dar forma a su próximo nuevo comienzo

Todos los finales son un pasaje hacia el siguiente comienzo. A medida que este difícil año llega a su fin, tenemos un nuevo año por delante. Y mientras nos planteamos en qué propósitos queremos centrarnos en el nuevo año, es importante que también tomemos conciencia del equipaje acumulado del que tenemos que deshacernos. Qué roles hemos arrastrado a lo largo del año─o, más bien años─ queya no nos sirven? ¿Qué cargas llevamos que debamos dejar atrás?

Hay una historia de un excursionista que se encuentra con un hombre al pie de una montaña. El hombre lleva una balsa de madera atada a la espalda. El excursionista le pregunta por qué lleva una balsa, ya que en esa montaña no hay ríos ni lagos, y el hombre responde que la balsa le salvó la vida una vez que estuvo cerca del mar.

La balsa representa todas las creencias y habilidades que nos sirvieron en un momento determinado de nuestra vida, pero que ahora se han convertido en cargas que llevamos a cuestas.

Hay que ser valiente para dejar atrás partes viejas y familiares de nuestras vidas, sobre todo cuando no estamos seguros de lo que puede venir a sustituirlas. Pero una vez que comprendemos que todo cambio, como la muerte, no es más que una transición hacia una forma de vida diferente, el cambio deja de ser tan aterrador. Podemos consolarnos sabiendo que resucitaremos, aunque no tengamos ni idea de cómo será nuestra nueva existencia.

La cultura popular nos ofrece la imagen de la Muerte como la Parca, un ser sin rostro vestido con una túnica negra encapuchada que porta una hoz afilada y señala con su dedo huesudo a su última víctima, designando que esta pobre alma debe acompañarle al desconocido mundo de los muertos. Pero la hoz que lleva es una herramienta de la cosecha, utilizada para cortar el grano del tallo y convertirlo en pan para alimentar y sostener la vida. Si dejamos el grano en el tallo, crecerá moho y quedará inservible. Sin muerte, sin cosecha, no puede haber vida. Como el tallo de trigo que contiene en su interior las semillas de futuras cosechas, nosotros también contenemos en nuestro interior las «semillas» de nuestra vida futura. Esto nos permite despojarnos del miedo a la muerte, y al cambio, que persigue a la humanidad.

Cuando un monje entra en un monasterio, se le afeita la cabeza, cambia su ropa de calle por una sencilla túnica y recibe un nuevo nombre. Despojado de su identidad, el iniciado es libre de descubrir en quién se está convirtiendo. Como parte de sus propias iniciaciones, ustedes también tendrán que desprenderse de las vestiduras externas de lo que fueron. Esto no significa que vayas y te afeites la cabeza, sino simplemente que dejes caer la fachada y relajes la cara finamente trabajada que te pones por la mañana. Entonces, y sólo entonces, podrá descubrir quién más hay detrás de los ojos que le devuelven la mirada desde el espejo.

Una vez que experimentamos los sentimientos que afloran cuando nos damos cuenta de que un aspecto de nuestra vida se acaba, podemos encontrar cierta perfección a nuestra vida actual y verla como la arcilla de la creación. ¿Qué posibilidades hay en esa bola de arcilla? Mientras amasas y das forma a tu nuevo comienzo, ¡que te llenes de paz, amor y esperanza!

Sus amigos y familiares de la Sociedad Four Winds le desean todas las bendiciones de la temporada.

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