Jaguar Coraje

En la Conciencia Jaguar, podemos acceder a otro tipo de valor muy útil, el de la mente y las emociones. Esto se denomina a veces «valor moral», y es lo que nos permite hablar de lo que creemos que es correcto y justo a personas que no son receptivas a nuestras creencias. La valentía moral nos atreve a arriesgarnos al rechazo y al ridículo y a menudo contradice la mera valentía física, que nos ayuda a hacer lo necesario para sobrevivir. Con coraje moral, podemos arriesgar nuestra propia seguridad para actuar en consonancia con nuestras creencias más profundas. Es el valor al que recurren los bomberos cuando se abalanzan sobre un edificio en llamas cuando su instinto les dice que se mantengan alejados; y mantiene fieles el uno al otro a los amantes cuando las cosas no van bien, en lugar de buscar formas de abandonar la relación.

La valentía moral exige que estemos dispuestos a admitir nuestros fallos y neurosis. Si somos obsesivos o exigentes, reconocemos tanto el lado positivo como el negativo de esas cualidades e intentamos ser conscientes de cómo nos sirven y nos perjudican. Somos capaces de experimentar nuestras emociones incluso cuando las ponemos en perspectiva. Después de haber sido traicionados por alguien, por ejemplo, reconocemos que es normal querer hacerle sufrir por lo que hizo, pero también tenemos en cuenta el sentido común y la comprensión de por qué es mejor dejar pasar la rabia y seguir adelante. El valor moral nos permite sopesar ambos lados de la cuestión y reconocer que el comportamiento de otras personas suele ser el resultado de sus propios problemas psicológicos y de la obsesión por sus sentimientos: no es que quieran hacernos daño, sino que nos interponemos en sus dramas.

Cuando carecemos del coraje del jaguar, nos centramos sólo en nuestra propia supervivencia, y la compasión nos elude. No nos importa el problema de los demás, sólo queremos asegurarnos de no sufrir. Pero cuando estamos al nivel del jaguar, hacemos lo correcto sin importar el riesgo o el coste. Desde el punto de vista de Jaguar, nuestro afán por ser únicos se traduce en una vida de cobardía. El gato de la selva insiste en que reconozcamos nuestra igualdad, que todos estamos juntos en esta tierra y somos hermanos y hermanas. Sólo cuando reconocemos que no somos especiales podemos llegar a ser realmente originales; podemos tener el valor de mirar lo que todo el mundo mira y pensar algo diferente al respecto.

La conciencia de jaguar puede devolvernos a un estado de apertura y entusiasmo, pero hace falta valor para actuar según nuestra creatividad y no simplemente sentarnos a reflexionar sobre cómo serían nuestras vidas si tuviéramos la audacia de manifestar nuestra visión. El valor del jaguar, por tanto, requiere que comprendamos las percepciones limitadas creadas por nuestros pensamientos y sentimientos y que estemos atentos para no quedar atrapados en sueños que en realidad son pesadillas.

¿Estás listo para soñar que tu mundo se hace realidad con el coraje de Jaguar?