As mother, mentor, visionary, healer, and student of life, Anetta loves empowering individuals to create and travel their own transformative journeys. She practices and teaches Energy Medicine with the Four Winds. Through her synthesis of Psychotherapy, Body practices, Mind practices and Energy Medicine, she tailors holistic and personal approaches to each individual's Life Quest.
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-UN CORAZÓN HERIDO: EL VIAJE DE LISA A LA CÁMARA DE LA GRACIA
Cuando conocí a Lisa, tenía 45 años y luchaba contra una forma grave de leucemia causada por una lesión cromosómica hereditaria. Estaba aterrorizada por la gravedad de su enfermedad y viajaba a Houston desde Los Ángeles cada tres meses para que los médicos pudieran controlar su estado.
Durante la recuperación de su alma, Lisa y yo descubrimos que su Cámara de Heridas era un espacio lúgubre envuelto en tinieblas. Entre las sombras, descubrimos la figura de una mujer con un cuchillo en el corazón, que no quiso respondernos de ninguna manera. En la Cámara de Gracia, encontramos a una joven sentada en el suelo jugando a las jotas. Nos sonrió y continuó su juego.
Poco después de que le diagnosticaran cáncer, Lisa empezó a interrogar a su tía sobre su infancia y descubrió una historia traumática de su pasado. Cuando Lisa tenía 19 meses, su padre apuñaló a su madre hasta matarla y luego acuchilló en el pecho a Lisa y a su hermano de cuatro años. Al día siguiente, la policía encontró a los niños sangrando junto a su madre muerta; su padre se había suicidado.
Lisa no tenía ningún recuerdo consciente de estos sucesos, aunque tanto ella como su hermano tenían cicatrices bajo el corazón por el ataque de su padre. Siempre había considerado a los tíos que criaron a los dos niños como sus padres, y aceptaba que lo ocurrido con sus padres biológicos era un profundo y oscuro secreto del que no se podía hablar. Incluso creía que la cicatriz de su pecho era una marca de nacimiento.
No fue hasta el viaje de recuperación del alma de mi cliente cuando se dio cuenta de esa herida. Aquella noche, Lisa se despertó con la sensación de haber sido apuñalada en el corazón: sentía una angustia como nunca había experimentado. Ver a la figura con el cuchillo clavado en el pecho desencadenó un recuerdo que le causó dolor físico, y se mostró reacia a regresar a la Cámara de las Heridas, temiendo verse abrumada por la pena. Lisa había visto su herida original, y su cuerpo la recordaba: sabía que el contrato de su alma estaba relacionado con la herida de su corazón. En una repetición simbólica de este incidente infantil, incluso tenía el catéter a través del cual recibía la quimioterapia junto al corazón: un orificio abierto sobre el corazón, con un tubo que llegaba hasta él.
En física existe la teoría del «análisis del punto crítico», según la cual hay que trabajar donde el menor esfuerzo tenga el mayor efecto. Para ello, sabía que necesitábamos experimentar la fuerza vital positiva representada por la niña que jugaba a las jotas que encontramos en la Cámara de la Gracia de Lisa antes de poder volver a visitar su Cámara de las Heridas.
Inmediatamente después de la recuperación del alma, hice que Lisa jugara a un juego imaginario de sotas, recogiendo primero 1, luego 2, luego 3 sotas, y así sucesivamente, hasta que recogió las diez. Le costaba imaginar el juego a medida que se hacía más y más complejo, pero las jotas eran perfectas para Lisa. Requería habilidad, destreza y concentración, pero el juego no tiene nada de cerebral. A medida que aumentaba la complejidad del juego, tuvo que dejar de lado su habitual necesidad de control. Después de recoger todas las jotas imaginarias, tenía una gran sonrisa en la cara.
Este ejercicio ayudó a Lisa a encarnar su parte de alma joven y sin heridas. Para ello, extendió las manos y acogió a la niña llena de gracia en su chakra del corazón, y sintió cómo la energía de la niña infundía todo su cuerpo.
Después del juego, volvimos a la Cámara de las Heridas, donde le pedí que cogiera el cuchillo del corazón de la figura y lo sacara. De repente se dio cuenta de que podía retirar el cuchillo que seguía clavado simbólica y energéticamente en su propio corazón.
Unos meses más tarde, Lisa volvió a Houston para una revisión y descubrió que su leucemia estaba en remisión. Nunca regresó.
Mientras trabajaba con Lisa, visité la Cámara de la Gracia antes de volver a la Cámara de las Heridas, una práctica habitual cuando alguien ha sufrido un gran trauma como el suyo. Sabía que necesitaba fortaleza para afrontar una situación muy difícil, y era importante visitar la Cámara de la Gracia varias veces y asegurar a la parte perdida del alma de Lisa que estaba preparada para recibirla. Si hubiera traído de vuelta una parte vulnerable de su alma sin crear un entorno nutritivo y seguro para ella en su vida, habría vuelto al exilio porque no podría acogerla e integrarla en su mundo.
Como puedes ver en la historia de Lisa, lo que te encuentras en el Mundo Inferior puede ser muy perturbador. En la Sociedad de los Cuatro Vientos, donde entreno a estudiantes para que practiquen la curación a través de la recuperación del alma, insisto en que dominen esta técnica antes de practicarla con otra persona. Es esencial mantener una gran integridad y concentración cuando se recupera una parte del alma perdida, pero eso es especialmente cierto cuando se viaja en nombre de otra persona.
La semana que viene aprenderás a viajar a la Cámara de Gracia para recuperar una parte del alma perdida.
Estas técnicas no deben tomarse a la ligera. Antes de intentarlo, le recomiendo que estudie detenidamente mi libro, El Viaje del Alma: Herramientas chamánicas para encontrar tu destino y recuperar tu espíritu.