Valor de serpiente

La conciencia de serpiente es muy alabada por nuestra cultura. Nuestra actitud práctica de «amor duro»; nuestra insistencia en «llamar a las cosas por su nombre» y «decir las cosas como son»; nuestra exigencia de una respuesta a la pregunta «¿Estás a favor o en contra de nosotros?» como si fueran las únicas opciones, todo procede de la conciencia de serpiente. Aquí identificamos un problema, hacemos lo que debemos hacer, y logramos nuestra directiva… punto, fin de la discusión, no hay necesidad de mirar más de cerca.

Nos han enseñado que el tipo de valor físico que surge de la conciencia de serpiente -la resolución de hacer lo que hay que hacer para sobrevivir- es lo que hizo grande a Estados Unidos. Ya en la escuela nos enseñaron que nuestro país fue fundado por hombres y mujeres que se lanzaron audazmente a la conquista de la frontera. Por desgracia, como hemos descubierto, se trata de un legado falso. Si bien es cierto que los pioneros tenían valor físico, a menudo no eran los nobles iconoclastas que se ha pintado que eran. La mayoría no tuvo el valor suficiente para dejar de pensar en su propia supervivencia el tiempo suficiente para soñar con un mundo en el que todos pudieran sentirse prósperos y felices sin que nadie tuviera que pagar la factura renunciando a sus tierras o trabajando como esclavos en penosos trabajos físicos.

También se nos ha dicho que nos inspiremos en las populares historias de «de la pobreza a la riqueza», como las que escribió Horatio Alger en el sigloXIX. Un héroe típico de Alger es el muchacho pobre pero decidido que recurre a su valor físico para pasar horas en la esquina de la calle vendiendo periódicos. Al final consigue un trabajo mejor, trabaja muchas horas para lograr la seguridad de una casa grande y la respetabilidad de la clase media. Un joven así triunfa porque está dispuesto a dejar atrás su pasado de pobreza, creer en el sueño americano y renacer a una nueva vida.

Este arquetipo sigue formando parte de nuestra cultura. Queremos creer que cualquiera, sea cual sea su origen, puede alcanzar la prosperidad, olvidarse de tener que luchar para sobrevivir y vivir feliz para siempre simplemente decidiendo tirar de sí mismo. Por desgracia, este tipo de sueños casi siempre se convierten en pesadillas, ya que no accedemos a formas superiores de valor que nos permitirían soñar algo más satisfactorio para nosotros y para nuestro mundo. En cambio, nos conformamos con la falsa seguridad del dinero, el poder y la posición.

Pero el valor de la serpiente también tiene su lugar en el acto de soñar. Una parte importante de hacer realidad un sueño es realizar el trabajo físico e instintivo necesario para convertirlo en realidad. Por ejemplo, alguien que está en medio de la mudanza a la casa de sus sueños y se da cuenta de que el equipo de embalaje no apareció, debe entrar en la conciencia de serpiente y simplemente permitir que el instinto tome el control y empuje sus cuerpos para empacar, apilar y cargar cajas en línea de montaje en un camión. El coraje de la serpiente significa seguir adelante y hacer el trabajo.

¿Estás listo para soñar que tu mundo se hace realidad con el coraje de Serpiente?