Anhelamos transparencia en nuestros líderes, nuestros seres queridos y todos aquellos con los que nos relacionamos, pero nos encontramos en un mundo que parece envuelto en el secretismo. Observamos los acontecimientos mundiales como si miráramos a través de un cristal opaco que intencionadamente nos impide ver con claridad. Fascinados por teorías conspirativas como dónde se originó exactamente el COVID-19 y qué viene después en esta nueva realidad, dedicamos mucho tiempo y energía a buscar la más escurridiza de las virtudes, la Verdad.
Creyendo que encontrar la verdad nos hará felices, nos encontramos agitados y ansiosos. La persecución cobra vida propia bailando la verdad frente a nosotros pero manteniéndola ligeramente fuera de nuestro alcance. Nos encontramos a nosotros mismos abandonando nuestra razón y nuestra paz mental, perdiéndonos en la caza. Si pudiéramos leer un artículo más o hacer una búsqueda más en Google, seguro que nos daríamos cuenta de todo. Entonces podríamos… ¿Hacer qué? ¿Qué pasaría si dejáramos de buscar, abandonáramos la persecución y nos convirtiéramos en la verdad?
Convertirse en la verdad significa aceptar que estamos aquí para experimentar vivir este único día perfecto que tenemos ante nosotros. No importa cómo hayamos llegado hasta hoy, aquí estamos. Podemos elegir que cada momento sea importante. Tú tienes el poder, no los acontecimientos que te rodean, de hacer que este día cuente. Sea cual sea tu circunstancia económica, puedes optar por ponerte la mascarilla, salir a la calle y dar un largo paseo con un ser querido. Puedes llamar y consolar a un amigo. Puedes invitar a alguien a ver una puesta de sol contigo o crear una comunidad de curación
despacho
incluso mientras te distancias socialmente. Entonces eliges levantarte mañana con gratitud por el ayer y concentrar de nuevo tu energía creativa.
Estamos aquí para conectar unos con otros y encontrar formas de ayudarnos mutuamente a superar cada día de este tiempo del Pachacuti, la gran renovación. Este periodo de transformación predicho por los chamanes señala la llegada de los humanos de la sabiduría que viven en su naturaleza eterna, libres del miedo y administrando toda la creación. ¿Cómo puedes prepararte para convertirte en uno de los nuevos humanos? Una forma es volver a familiarizarse con los
Ritos del Munay-ki
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Cada rito se transmite como una semilla. Al buscar la verdad exterior, es fácil olvidarse de nutrir estas semillas y encarnarlas en el mundo. Recuerda que la energía fluye por donde va la atención. Cuando reenfocamos nuestra energía creativa, encontramos la verdad en nuestro interior. ¿Qué has hecho hoy para ser un guardián del día? ¿Un guardián de la sabiduría? ¿Un guardián de la tierra? ¿Un portero estrella? ¿Un creador? Inicia conversaciones con amigos o socios y animaos mutuamente a encontrar formas de hacer crecer los Ritos y permitir que florezcan para ti y tu comunidad. Todo cambia cuando te centras en crear. ¿Te apuntas al reto?
