Xibalba y las profecías mayas

Los mayas vivían en un bloque geográfico que abarcaba toda la península de Yucatán y la actual Guatemala; Belice y partes de los estados mexicanos de Tabasco y Chiapas y la parte occidental de Honduras y El Salvador.

Según las profecías mayas, el cosmos se compone de tres elementos principales: el cielo, la tierra y el inframundo, simbolizado por un árbol sagrado llamado Ceiba. Las raíces de este árbol conducen a las oscuras tierras del señor Ah Puch, el señor de la muerte y la enfermedad.

La palabra maya «Xibalba» significa literalmente «el lugar del miedo» y, en su mitología, es el más bajo de los nueve inframundos y el reino de los muertos. Para llegar hasta allí es necesario superar una serie de obstáculos. Tras cruzar los ríos de escorpiones, sangre y pus, el chamán debe superar seis pruebas o casas.

La primera es la Casa Oscura, donde no penetra ni rastro de luz y el visitante debe sortear obstáculos a tientas. Una era oscura a nivel del individuo hemos dejado de comunicarnos y estamos colapsando en la oscuridad. El chamán jaguar puede despertar y superar estas pruebas y convertirse en el nuevo humano.

La segunda es la Casa Fría, la casa del aislamiento y la separación. Estamos temblando y en el colapso de lo colectivo. Todo gira en torno al «yo». El chamán jaguar puede despertar y ver que se trata del «nosotros» y que todas las vidas importan. La invitación es a permitir que el «yo» deje de existir.

La tercera es la Casa de los Jaguares Hambrientos, llena de felinos hambrientos deseosos de despedazar a cualquier intruso. Aquí descubrimos cómo saciar la profunda hambre de espíritu que hay en tu alma. Debemos ser intrépidos en la oscuridad. Todo lo que necesita esconderse en la oscuridad carece de poder propio. Cuando vemos esto, el chamán jaguar aprende a practicar la sabiduría con intrepidez. Cuando estamos en correcta relación con toda la vida, entonces volvemos al cuidado de la gran madre, al viaje de la renovación.

La cuarta es la Casa de los Murciélagos, llena de peligrosos murciélagos chillones con picos afilados. Los murciélagos representan la oscuridad, y esta epidemia actual puede proceder de los murciélagos. Al entrar en la oscuridad de la madre, pueden volar hacia ti y morderte. Se le reta a enfrentarse a su miedo y aprender a amar y alimentar a los murciélagos y convertirlos en activos y aliados. Una metáfora para amar todas nuestras partes, nuestras sombras claras y oscuras.

La quinta es la Casa de las Hojas, llena de cuchillas y navajas que se mueven por sí solas y acuchillan todo lo que encuentran a su paso. Nos desnudan hasta la médula, nos quitan todo, nuestra identidad, trabajos, comunidad, todo deja de definirnos. Todo lo que poseemos, incluidos el nombre y la descripción del trabajo, nos posee, así que limpiamos todas nuestras identidades porque lo que nos define también nos confina.