En la dirección Norte de la rueda medicinal de los Cuatro Vientos experimentamos la medicina del colibrí y nuestra naturaleza divina. Tal vez te preguntes si un colibrí es lo bastante poderoso para ayudarnos en todo lo que nos pasa a nosotros, a nuestras familias y al mundo. Al fin y al cabo, las otras direcciones están representadas por depredadores: jaguar, serpiente y águila. ¿No sería más apropiado algo grande y aterrador como un pterodáctilo?
Pero los colibríes son criaturas asombrosas y su viaje es la medicina. Los colibríes se alimentan del néctar más dulce de la vida. No se quedan cómodos y calentitos y seguros en un dulce nidito que se han hecho ellos mismos. Se les llama para hacer un viaje épico y ¡ellos van! No dicen que quizá cuando me jubile, me crezcan alas más grandes o consiga suficientes millas para ascender a clase preferente. Simplemente van cuando se les llama.
Podemos encarnar y experimentar la medicina del colibrí abrazando las tres enseñanzas misteriosas de la dirección Norte. La primera enseñanza misteriosa es
INVISIBILIDAD
. Se dice que los altos chamanes son tan invisibles que no dejan huellas en la nieve. Son los metamorfos que saben que no son diferentes de las montañas y los ríos, las plantas y los animales, una silla o un ordenador. La segunda enseñanza misteriosa es
EL DOMINIO DEL TIEMPO
. Aquí es donde experimentamos la no-localidad y el conocimiento interior de que el pasado, el presente y el futuro suceden al mismo tiempo.
La tercera enseñanza misteriosa es GUARDAR UN SECRETO, incluso para nosotros mismos. El secreto es que, hace mucho tiempo, la Fuerza Inmensa que conocemos como Dios decidió, desde Su lugar en el vacío inmanifestado, Experimentarse. Así, hace doce mil millones de años se manifestó como una singularidad, formó la materia de nuestro Universo y siguió explorándose como todas las formas de vida. Al ser omnipresente y omnisciente, cada una de sus manifestaciones también posee estas cualidades. Este es el secreto que nos ocultamos incluso a nosotros mismos.
Una vez que nos damos cuenta de que somos espíritu disfrazado de nosotros, empezamos a recordar las antiguas historias de antes de que hubiera gente, las grandes historias de la gente de piedra y la creación de la Tierra. Recordamos cómo nos sentábamos alrededor del fuego en muchas vidas. Dejamos de buscar lo sagrado, dándonos cuenta de que somos sagrados. Pasamos de un viaje curativo a un viaje espiritual y empezamos a participar en la creación. En lugar de ver pasar las oportunidades, nos damos cuenta de que creamos continuamente nuevas posibilidades y decimos ¡SÍ!
A veces olvidamos que no estamos separados de Dios durante toda la vida. A menudo olvidamos que estamos interconectados, que la separación y el aislamiento son contrarios a nuestra naturaleza divina, y que el conformismo conduce a la enfermedad del alma. Somos cartógrafos del alma y cartografiamos en colibrí, al nivel de lo mítico. En lugar de seguir un viejo mapa que nos han entregado nuestra cultura, familia y karma, elegimos crear uno nuevo y más grande que satisfaga el anhelo de nuestra alma. Los chamanes se refieren al mapa antiguo como el libro de plata, y al nuevo como el libro de oro. Este libro de oro tiene páginas en blanco listas para que escribamos nuestra propia historia creada a partir de nuestra naturaleza divina interior. ¿Qué historia estás creando?
