– Fuego, espíritu y ceremonia

Una ceremonia de fuego para honrar el solsticio es un momento perfecto para contemplar nuestra relación con el Espíritu. ¿Qué es el Espíritu y qué es una ceremonia? ¿Por qué utilizamos el fuego y las ceremonias?

Las respuestas a estas preguntas son complejas y multidimensionales, por lo que hay muchas respuestas. Y cualquier respuesta o comprensión que obtengamos hoy probablemente cambiará cuando volvamos a formular la pregunta la próxima vez. Esta es la naturaleza del gran misterio. No podemos saberlo. Sólo podemos experimentarlo. Cuando experimentamos algo y somos conscientes, cambiamos para siempre. El aspecto más importante del camino chamánico es que se trata de una experiencia directa. Sabemos que no podemos hablar de estos asuntos, debemos hacerlos. Nuestra comprensión del Espíritu y las ceremonias que utilizamos para involucrar al Espíritu cambiarán y evolucionarán a medida que profundicemos y hagamos crecer nuestra medicina. Se trata de un proceso dinámico y sólo hay una regla que debemos seguir: Que lo hagamos de verdad y no nos quedemos sentados hablando de ello. A medida que lo hacemos, nuestra experiencia del Espíritu y de la ceremonia se transforma, y en el proceso recordamos más de lo que realmente somos.

Una ceremonia es un acto intencionado para celebrar y honrar algo sagrado. Nos reunimos en nuestras hogueras para salir de la limitación de nuestras vidas ordinarias y del tiempo ordinario. En la ceremonia, nos adentramos en el tiempo sagrado y experimentamos el infinito. En la ceremonia, hacemos crecer nuestros cuerpos de luz y sentimos nuestra conexión con todas las cosas. Nos damos cuenta de que todo es sagrado y de que toda la vida es una ceremonia. Para experimentarlo, debemos salir de nuestro mundo ordinario. Vivimos en una cultura que ha sacado el espíritu de la vida cotidiana; de toda materia. Rocas, árboles, plantas, montañas y ríos se han convertido en objetos inanimados que utilizamos como recursos para nuestra comodidad y supervivencia. Nuestro trabajo como curanderos es reanimar el mundo, experimentar la naturaleza viva de todo. Cuando invocamos las direcciones, nos comprometemos con la fuerza vital de todas las cosas.

Nos reunimos junto al fuego porque recorremos el camino del fuego. El fuego es un elemento. Está vivo. Tiene el poder de transformar la energía y la materia en muy poco tiempo. Usamos el fuego para transformar instantáneamente lo que tardaría mucho tiempo en procesarse en lo literal. El fuego consume nuestra energía pesada y la transforma de nuevo en luz llevando consigo nuestras oraciones. El fuego tiene tal poder que incluso una pequeña vela o cerilla puede tener más energía de la que necesitaremos en una sola ceremonia o en toda una vida. No importa lo grande que sea el fuego o el aspecto que tenga la ceremonia, sino la intención que pongas en ella. Nuestras ceremonias de fuego son peldaños hacia la creación consciente de cada momento de nuestras vidas. La creación consciente con lo divino es la forma más elevada de lo sagrado. A medida que fortalecemos nuestros cuerpos medicinales, nos convertimos en creadores más conscientes. Conecta con tu fuego y siente cómo el fuego te siente a ti.

Recuerda, cuando llamamos al Espíritu, el Espíritu viene. Llama al Espíritu como nunca antes lo has llamado. Llama al Espíritu con el ardor y el anhelo de tu corazón de conectar con tu verdadero amor. Llama al Espíritu como te gustaría que te llamara tu amada. Llama a Spirit como si tu vida dependiera de ello. No te contengas. Ahora es el momento.

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