– Transición al sueño

Cuando comprendemos que el mundo físico surge de la luz primordial de Ti, por el poder del sueño, nos damos cuenta de que podemos salirnos del mundo que nos rodea y crear uno nuevo y mejor, uno sagrado, impulsado por la visión. Como los chamanes de los Andes, queremos servir a un sueño sagrado, que guíe a los planetas a través de los cielos y nuestro destino humano aquí en la Tierra.

A veces, por mucho que deseemos ser el visionario que transforma desinteresadamente nuestros sueños personales y participa en la elección de una nueva visión para el mundo, el miasma de nuestro mundo cotidiano nos aparta de soñar con una fuerza casi gravitatoria, impidiéndonos despertar y manteniéndonos estancados y frustrados. ¿Qué podemos hacer? ¿Cómo podemos pasar de nuestra realidad ordinaria a soñar sueños sagrados? Una forma es practicar el arte del regalo. El regalo es una forma de ponernos de nuevo en ayni, en equilibrio, para que podamos poner orden en nuestro mundo, desterrar el caos y encontrar el cosmos.

Los chamanes de los Andes lo hacen creando hermosos y complicados despachos, un regalo tradicional, una práctica onírica que consiste en preparar ornamentadas ofrendas con las semillas y granos de sus campos, decoradas con flores, dulces y cuerdas de colores. Los aldeanos rezan durante horas, soplando sus plegarias en un kintu de tres hojas de coca. Todos los elementos de la vida cotidiana se colocan en un papel, en el orden exacto acordado por los participantes. Después se dobla el papel, se ata con un cordel y se pone al fuego. Mientras el fuego arde, los espíritus de las montañas y de la tierra son invitados a alimentarse de las plegarias de los aldeanos.

¿Cómo podemos crear algo tan hermoso en nuestras estresadas vidas? Vidas en las que se nos impide estar en comunidad debido a la pandemia, que parecen inundadas de caos y nos dejan exhaustos con poco tiempo para dedicar a reunir ingredientes, rezar y hacer un fuego. Te animo a que pruebes este sencillo ejercicio de mi libro.

Ve a tu cocina y busca un recipiente con sal. Vaciar la sal en un plato y golpear el plato unas cuantas veces hasta que la sal quede plana en el plato. Coge un palillo y dibuja un círculo en el borde exterior de la sal. Está a punto de preparar un despacho sencillo pero potente. Coloca unos pétalos de flores u hojas de hierbas sobre la sal y dibuja imágenes en ella, lo que te inspire. Acompaña cada dibujo con oraciones de agradecimiento. Agradece todas las bendiciones de tu vida y da gracias por todos los retos y pruebas que estás atravesando en este momento. Pide que te revelen sus bendiciones y dones. Cuando hayas terminado con este ejercicio, puedes colocar tu despacho de sal en la bañera y disfrutar de un agradable baño caliente mientras te sumerges en tus oraciones. Si no tienes bañera, simplemente coloca el despacho en el suelo de la ducha y deja que el vapor se eleve sobre ti junto con tus oraciones. Invítese a respirar profundamente y a relajarse.

Ahora, en este estado de ayni, tómate un momento para soñar tu propio sueño sagrado de un mundo de paz, lleno de abundancia y de gran Amor para todos los seres.