– Invita a uno de los Cuatro Grandes Animales de Poder

Los animales de poder son el alma de la madre, la Pachamama. La palabra animal procede de anima, que significa alma, lo que significa que los animales son sagrados. Los Laika trabajan con cuatro grandes animales de poder de las cuatro direcciones: serpiente, jaguar, colibrí y cóndor/águila. A medida que entramos en una relación correcta con ellos, ayni, nos llevan a una relación correcta con la naturaleza, nuestro pasado, presente y futuro.

Invocamos a la serpiente, la madre de las aguas, para que venga y nos enseñe el camino de la belleza, para que toque a todos con belleza y nos ayude a despojarnos de nuestro pasado como ella se despoja de su piel. Invocamos a la hermana madre jaguar, la jaguar hembra que no tiene depredadores ni enemigos, para que sacrifique sin miedo todo lo que está muerto y agonizante dentro de nosotros. Una sabiduría que nos lleva más allá de la muerte. Invocamos al colibrí para que nos enseñe la quietud en el vuelo y a seguir con valentía el anhelo de nuestra alma bebiendo sólo del néctar más dulce de la vida. Pedimos a Cóndor/Águila que nos enseñe a abrir los ojos para que podamos volar de punta a punta de las alas con gran espíritu, y ver siempre el panorama completo.

Invito a conectar hoy con uno de ellos, el que más enseñanzas tiene. Encarna esa ánima, esa alma de la naturaleza. Conecta con un instinto que quieras restablecer encarnando ese poder que te conectará con su medicina.

Emprende este poderoso viaje para conectar con uno de los cuatro grandes animales de poder:

Imagínate en un hermoso jardín.

A un lado hay un río y hierba y detrás hay una playa.

Siéntate en la hierba fresca y siente el sol en la cara.


Invoca a los cuatro grandes animales del poder de las 4 direcciones
.

Siéntate en tu jardín, cierra los ojos y escanea las 4 direcciones.

Entonces llama a uno para que venga a verte.

Imagina que ves una luz que se acerca.

Puedes sentir el calor de uno de los cuatro animales de poder y lo percibes ante ti.

Mira el gran animal de poder que ha respondido a tu llamada.

Míralo a los ojos.

¿Qué te aporta, qué conocimientos, qué valor, qué perspicacia, qué lecciones?

¿Qué debes dejar morir dentro de ti para que esta fuerza resida en ti?

Extiende tus manos e invita a este gran animal de poder a tu centro del corazón.

Tráela: escamas, garras o plumas.

Lleva tus manos al centro de tu corazón y atrae esta energía hacia ti.

Llévala a tu corazón y quédate con su energía, belleza y poder.

A continuación, vuélvete hacia la dirección de la que procede tu gran animal de poder e inclínate ante esa dirección por haber entrado en ti.

Pide al gran animal de poder de esa dirección que te enseñe sus caminos y te devuelva a la madre.

Pídele que haga suyos sus instintos en estos tiempos de incertidumbre y que te guíe, te proteja y te dé claridad y orientación.

Siente cómo esta energía recorre tu organismo.

Esta semana, cuando te vayas a dormir, invoca a ese animal espiritual para que venga y se te revele durante el sueño.