David Bohm fue un brillante físico cuántico que creía en una realidad más profunda por debajo del nivel cuántico, un campo subcuántico al que llamó Potencial Cuántico. Bohm creía que en este campo todo en el universo está interconectado y el conocimiento de esta interconexión es el camino hacia la paz. Su trabajo fue tan profundo que el Dalai Lama se refirió a él como su gurú científico.
Imaginemos lo que nuestra comunidad global podría lograr si miráramos más allá del orden explícito de la realidad cotidiana, donde parece que sólo hay división y separación, y en su lugar experimentáramos el orden implícito del universo, la unidad presente en todo. Los chamanes de los Andes siempre han sabido que todos estamos conectados y que creer que estamos separados unos de otros, de los animales, de las plantas y de toda la creación, es la raíz del conflicto y del sufrimiento.
Debemos pensar en nosotros mismos como una tribu, como una comunidad internacional que se ha unido con un propósito común y sabemos que tenemos que hacerlo todos juntos. Se produce un vínculo en el que el crecimiento, mi crecimiento, depende del crecimiento de los demás a nuestro alrededor. Sabemos que no podemos seguir viviendo divididos y separados. Vemos la posibilidad de una comunidad sinérgica, pero no estamos seguros de cómo llegar a ella. Sabemos que nos enfrentamos a una crisis mundial, desde el cambio climático a la extinción de especies, pasando por guerras, hambrunas, epidemias y pandemias, y sabemos que debemos dar juntos un paso hacia un destino mejor.
¿Qué sueños podríamos soñar cuando comprendemos que formamos parte de un destino mucho más grande que tú o que yo y que cada uno de nosotros es coproductor de un futuro posible para todos? Quizás entonces podríamos soñar de verdad un
sueño sagrado
Sabiendo que nuestros sueños crean la realidad que nos rodea a nosotros, a nuestros hijos y a nuestras comunidades, ahora y en el futuro, ¿podríamos dejar atrás los sueños pequeños y centrados en el ego y, en su lugar, «forjar un destino infundido de coraje e impulsado por la visión, para llevar la luz y la paz a nuestro mundo y encontrar nuestro papel en el gran sueño sagrado de la humanidad»?
¿Cómo podríamos elaborar un destino sagrado para nuestra comunidad internacional, nuestra tribu? La idea de reunir un destino tan grande puede parecer abrumadora. Una forma es imaginar que puedes ver a tu vecino al otro lado del globo, y sabes que está elaborando un sueño que incluye un destino para ti y tu comunidad, los animales y las plantas y todo lo que debe formar parte de un sueño sagrado. Pregúntate qué desearías que tu vecino incluyera en el sueño. ¿Qué es importante para usted que su vecino no sepa? ¿Qué hay en el sueño de tu vecino que quieras co-crear con él o ella?
Todos tenemos nuestra propia pieza del rompecabezas y, sin embargo, todos tenemos preocupaciones que se solapan. Escribe el destino que has creado y compártelo con alguien de fuera de tu comunidad. ¿Qué es similar y qué es diferente? Y mientras escribes y compartes, debes saber que al observar cualquier parte de este sueño – la gran matriz de energía – ¡ya estás cambiando la realidad!
